miércoles, 11 de noviembre de 2009

40 AÑOS DE...



Cooney convenció al Gobierno, la PBS (la televisión pública estadounidense, un reducto marginal de programas educativos) y una serie de fundaciones para que financiasen el proyecto que empezó a cocinarse en la Universidad de Harvard entre un ejército de psicólogos infantiles, educadores y profesionales de la tele a los que pronto se sumaría el marionetista Jim Henson. Él aportaría los muñecos que hoy asociamos al programa y que desde el principio interactuarían con humanos.
Esas dos características, el ser un producto sin ánimo de lucro y la detalladísima investigación educativa que hay detrás de cada sketch -uno se vetó porque Elmo trepaba sobre una letra "O" y los pedagogos creyeron que podía incitar a los bebés a colarse por el inodoro- se mantienen hasta hoy y explican el carácter del programa. Eso y la intención de que no existieran temas tabú: el divorcio, la homosexualidad y la muerte de los seres queridos se han explicado a sus espectadores, que empiezan al año de edad.
Aunque toda esa pedagogía y buenas intenciones hubieran quedado en nada, si Barrio Sésamo no fuese, antes que nada, desternillante para los niños. Ahí es donde entra el gamberrismo de Triqui, el Monstruo de las galletas y el hablar por hablar de Epi y Blas.
Las galletas, por cierto, estuvieron a punto de desaparecer en los noventa. El BarrioSésamo de los últimos años concede mucha más importancia a la obesidad infantil y ahora el Monstruo come también verduras y los muñecos hacen yoga.


Los espectadores españoles conectaron por primera vez con 'Barrio Sésamo' en 1976, cuando empezaron a traducirse algunos 'sketches' dentro de 'Un globo, dos globos, tres globos'. Aunque, como recuerda el director del canal infantil de RTVE, Yago Fandiño, en aquellos tiempos se explicaba a los niños estadounidenses cómo no perderse en un hipermercado, cosa que les sonaba a chino al 90 % de los espectadores españoles. Ya en 1979 se decidió hacer una adaptación mucho más ambiciosa del formato, con un 50% de contenidos propios. " Profesionales de TVE se desplazaron a Nueva York a aprender en Desame Workshops", explica Fandiño. Llegaban entonces la auténtica gallina Caponata -que era rosa, y no amarilla- y el caracol Perezgil. Espinete, el personaje que probablemente más haya arraigado en España, llegó por casualidad en 1983. En la factoría de Jim Henson no daban abasto con las peticiones. El marionetista Kermit Love había creado un puercoespín, símbolo del estado de Israel, para ese país. Pero las negociaciones fracasaron y Love lo envió a España, por si colaba. Coló y triunfó junto a Don Pimpón hasta que le sustituyeron Yupi y sus mundos, para disgusto de sus fieles. Tras años de ausencia, 'Juega conmigo Sésamo' volvía este año a La 2.


En el resto del mundo, 'Barrio Sésamo' ha alcanzado 120 países.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Aquellos maravillosos años...

Anónimo dijo...

JA JA JA, NO HAY NADA COMO RECORDAR LA TIERNA INFANCIA. UN HURRA POR ESTE BLOG, DE LO MAS VARIADO

Anónimo dijo...

Na na na, nanana, nananaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa. Los buenos recuerdos siempre alegran. Qué cumplan muchos más!!!

XX

Anónimo dijo...

Qué poco dura la niñez...