lunes, 14 de diciembre de 2009

CUMPLE 70 AÑOS






El estreno en la pantalla grande del drama ambientado en la guerra civil cumple 7 décadas y aún hoy la epopeya de poco más de cuatro horas de duración se mantiene en el "top ten" de las películas estadounidenses más grandes de todos los tiempos.

Las celebraciones con motivo de su estreno en 1939 en Atlanta, la metrópolis del sureño estado de Georgia, impresionaron tanto al ex presidente Jimmy Carter de niño, que luego describiría este evento como el "más grande del sur de mi época".Ningún otro film ha fascinado tanto a la madre patria del cine como la crispante relación amorosa entre la apasionada e igualmente orgullosa hija de granjero Scarlett O’Hara (Vivien Leigh) y el osado pero increíblemente encantador Rhett Butler (Clark Gable).Diez Oscars ganó "Lo que el viento se llevó", un récord, que sólo fue superado 20 años más tarde por "Ben Hur".La legendaria escena del beso entre Gable y Leigh se mantuvo aún más tiempo como número uno en el ranking de los "mejores besos cinematográficos de todos los tiempos". Recién el tierno vampiro Edward (Robert Pattinson) y la joven Bella (Kristen Stewart) en "Twilight" lograron desplazar a la pareja de cine de los años 30.Aún en el año 2005 en una votación del American Film Institute (AFI) las últimas palabras de Gable a su amada, "Frankly, my dear, I don’t give a damn", (Francamente, mi amor, ¡me da igual!) fueron elegidas como la mejor cita en la historia del celuloide.Ni siquiera llegó a cuatro millones de dólares el dinero que entonces tuvo que soltar el gigante de Hollywood Metro Goldwyn Mayer para llevar a escena el melodrama de los días de guerra del siglo XIX. El estudio fue recompensado con ingresos a nivel mundial de 400 millones de dólares, es decir, 100 veces la inversión. Ajustado a la inflación, sólo en Norteamérica la película recaudó poco más de 1.500 millones de dólares.Hasta el momento ningún productor, ni director ni estrella de cine se animó a hacer un remake de este clásico insuperable.A todo esto, el libro en que se basó la película, la novela de 1.000 páginas que fue distinguida con el premio Pulitzer, fue durante medio siglo el indiscutido bestseller de todos los tiempos.Sólo el aprendiz de mago Harry Potter de J.K. Rowling le disputó el puesto.La escritora de "Lo que el viento se llevó", Margaret Mitchell, una periodista local de Atlanta, no tuvo posibilidad de repetir su éxito literario. En 1949, con apenas 50 años, fue víctima de un accidente de tránsito, culpa de un conductor de taxi alcoholizado.Cuatro décadas más tarde, sus herederos finalmente accedieron y autorizaron una continuación de la novela, aunque no en el sentido de Mitchell.Alexandra Ripley, una autora proveniente como Mitchell del Sur, escribió la segunda parte, "Rhett", que en 1991 apareció en Estados Unidos y en otros 40 países. Si bien ni se acercó en volumen de ventas a las del original, fue exitosamente adaptada para televisión.En 2011 caducan los derechos de autor de "Lo que el viento se llevó". Entonces cada cual podrá dar rienda suelta a su fantasía.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Este 15 de diciembre se cumplen siete décadas del estreno de una monumental película de la historia de Hollywood y del mundo: “Lo Que el Viento se Llevó”.

Fue el 15 de diciembre de 1939 cuando buena parte del público norteamericano y sobre todo amantes del, para entonces muy popular, bestseller de la autora Margaret Mitchell se volcó a la premiere mundial en la ciudad de Atlanta, Georgia de esta adaptación cinematográfica por la que pasaron dos grandes directores como George Cukor y Victor Fleming; en el mismo año en que este último realizó otro de los grandes clásicos del cine como “El Mago de Oz”.

Pero volviendo a “Lo Que el Viento se Llevó” la espera de varios meses de accidentado rodaje valió grandemente la pena puesto que no sólo satisfizo la voracidad de los seguidores de la novela, que dudaban por mucho en la fidelidad de la misma en cuestión cinematográfica; sino que se convirtió de manera instantánea en un clásico de clásicos previo a fenómenos como “Titanic”, (James Cameron, 1997).
Pero si a heroínas vigorosas nos vamos, no podemos ignorar que la protagonista principal de esta historia es Scarlett O’Hara (Vivien Leigh), una muchacha caprichosa y hasta odiosa pero muy atractiva que en el sur norteamericano en los albores de la Guerra Civil pasa de un enamoramiento platónico con Ashley Wilkes (Leslie Howard) a un apasionado romance con un galán frívolo pero encantador como Rhett Butler (Clark Gable) y de ahí a la defensa de la tierra que nunca antes le había importado hasta perder todos sus bienes materiales en el curso de aquella emblemática guerra para la Unión Americana.

“Lo Que el Viento se Llevó” arrasó en su año con algunos de los más importantes premios Oscar entre los que destacan los de Mejor Película; Mejor Director; Mejor Actriz; Mejor Actriz Secundaria; Mejor Fotografía; Mejor Dirección de Arte; Mejor Guión Adaptado; Mejor Edición y uno Honorífico por el logro cinematográfico que significó en su tiempo pero cuyo impacto y relevancia se mantiene tan vigente como ese día, de hace casi 70 años.

Anónimo dijo...

El rodaje comenzó el 26 de enero y acabó el 1º de junio.
Duró aproximadamente 140 días. Aunque antes de comenzar Selznick había dedicado dos años a la elección de la Scarlett O'Hara ideal y a definir la historia junto a Sidney Howard y otros.
Para el incendio en Atlanta se quemaron los decorados del clásico King Kong a modo de edificios ardiendo.
En la escena de la quema de Atlanta, cuando Rhett y Scarlett huyen en un coche de caballos, Scarlett lleva la cara tapada porque esa actriz no era realmente Vivien Leigh. Llevaban tanto tiempo buscando a la actriz principal que decidieron empezar a rodar alguna escena sin ella.
Siempre se rumoreó que los actores principales no se llevaban muy bien en el rodaje y que Gable comía cebolla antes de las escenas donde se besaban. No es así; ambos eran profesionales y se admiraban mutuamente. Gable tenía dentadura postiza y de vez en cuando comía cosas picantes, pero no lo hacía para fastidiar a Vivien.
Clark Gable no quería aparecer llorando en la escena en que Melanie le consuela tras el aborto de Scarlett porque consideraba que era poco masculino. El director intentó por todos los medios de convencerle sin éxito, finalmente Olivia de Havilland (Melanie Hamilton) le convenció para rodar una toma con él llorando. Clark vio que las lágrimas estaban justificadas en esa escena y accedió a que se incluyera.
Clark Gable gastó una broma a Hattie McDaniel (Mami) sustituyendo el té del vaso del que ella debía beber para celebrar el nacimiento de Boni por whisky.

Anónimo dijo...

UN PELICULÓN, PASEN LOS AÑOS QUE PASEN.